PROCESO DE PREPARACIÓN DE UNA ENDODONCIA



CASO 3-3

El primer paso para realizar una buena endodoncia es obtener un buen diagnóstico, mediante la información que el propio paciente facilita respecto a los síntomas que presenta; la exploración del diente, y un completo estudio radiográfico. 
Una vez diagnosticado, se procede a informar y explicar al paciente sobre el procedimiento, el tiempo que puede conllevar, y sobre todo, la importancia de poder salvar la pieza dental.
Ya programado, se lleva a cabo una técnica anestésica que gracias al uso de las innovadoras agujas de calibre estrecho, hacen casi imperceptible el pinchazo. Así, el paciente no sufrirá ninguna dolencia durante el tratamiento, evitando que padezca ansiedad, ya que la endodoncia es un proceso delicado y que requiere de un periodo mínimo de tiempo de una hora para su correcta realización.
A continuación se procede a la preparación del campo quirúrgico. Para ello, es imprescindible el uso de diques de goma; su labor es fundamental porque eliminan cualquier riesgo de que el paciente pueda tragarse algún instrumento, evita que haya contaminación del procedimiento con la saliva, impide que las sustancias desinfectantes pasen al interior de la boca, y finalmente, ayudan a mantener la boca abierta, evitando que todo el esfuerzo muscular lo realice el paciente. 
El siguiente paso del procedimiento consiste en la apertura del diente para acceder al nervio (tejido pulpar), e iniciar su eliminación mediante el uso de sustancias e instrumentos (limas). Posteriormente se realiza una medición de la longitud del diente, a través de aparatos de última tecnología dental (localizador electrónico de ápices), para después confirmarlo por medio de una radiografía y proceder a una limpieza integra. 
Se realiza la limpieza y ensanchamiento de los conductos por medio de instrumentación rotatoria mecanizada, usando motores propios para endodoncia calibrados específicamente para el uso de limas elegidas cuidadosamente para cada caso individualizado. Las sustancias utilizadas para limpiar la parte del tejido pulpar (parte orgánica) son: NaOCl (hipoclorito de sodio) en diferentes concentraciones, y el EDTA al 16% que limpia la parte inorgánica.
Para concluir con el procedimiento, se efectúa una limpieza con una vibración ultrasónica, se seca minuciosamente el conducto, y se rellena con un cemento sellador y gutapercha termo plastificada, logrando así un sellado tridimensional del conducto. Por último, se comprueba con una radiografía y se procede a la restauración del diente mediante un empaste o funda.

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