CIRUGÍA PERIAPICAL


Es un tratamiento en el cual se accede a la zona donde está la raíz del diente;  se extirpa quirúrgicamente por vía transmaxilar el foco de  la infección o quiste,  removiendo  el ápice infectado y los tejidos que le rodean,  se obtura y sella.
Está indicada en los casos en que la infección no cura tras una endodoncia o re endodoncia, para intentar salvar el diente. Esto se puede deber a varios factores como:
  1.  Problemas anatómicos: En casos de conductos radiculares muy curvados, a los que es  imposible acceder para limpiar y obturar correctamente
  2.  Accidentes endodóntico: Por ruptura de instrumentos durante el procedimiento de la  endodoncia
  3.  Materiales en el conducto radicular: Cuando tras la endodoncia quedan restos  de  algún poste o material de obturación
  4.  Casos sintomáticos: Si tras la endodoncia, el paciente continúa presentando dolor
  5.  Fractura apical horizontal: Cuando el extremo apical de la raíz se necrosa, haciendo  imposible el tratamiento endodóntico
Siempre se debe realizar un estudio radiológico completo antes de realizar el procedimiento, para valorar y no correr riesgos. Es un procedimiento que obligatoriamente requiere de anestesia.
El porcentaje de éxito es muy alto, pero depende de varios factores como la técnica quirúrgica, el material de obturación y el sellado.
Esta contraindica en los siguientes casos:
  • Problemas anatómicos: Imposibilidad de acceder a la zona del ápice del diente debido a su posición, muy próximo al seno maxilar o fosa nasal, o configuración inusual del hueso, raíz muy corta o patología periodontal grave
  • Complicaciones médicas: Pacientes con patologías graves, alteraciones hematológicas, cardiopatías, diabetes incontrolada, etc.



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